Como cualquier dama noble, hay que tener ciertos gustos adquiridos. Resulta que Melphiera Marchalrayd tiene un antojo de una proteína bastante exótica: ¡los monstruos! ¡Pero no la juzgues! A pesar de su mala reputación, la carne de monstruo se puede utilizar en una cocina exquisita y Melphiera está decidida a cambiar la opinión que el reino tiene al respecto. Desafortunadamente, desde que debutó en sociedad, Melphiera ha estado luchando por encontrar a su pareja perfecta... ¡hasta que conoce al intrépido "Duque Loco por la Sangre" de Galbraith!